domingo, 28 de agosto de 2011

El brillo de la comprensión


21.9 ML: ¿Cómo se da la comprensión que nos saca de  Maya, o la ignorancia, para ver nuestra naturaleza Divina?
R.Malak: De lo indescriptible no es posible determinar sus características ni atributos, y la ilusión, Maya, no tiene ninguna existencia real. Está dentro de nuestra naturaleza aspirar a la comprensión ya que se trata de nuestro origen y nuestro destino. El mundo como tal no existe y el objetivo de la vida es realizar la conciencia esencial. Si estamos en el laberinto de la confusión, se necesita un anclaje fundamental, y desde allí nos sustentamos para determinar el error y descartarlo. Por eso se tiene que saber con tranquilidad dónde estamos ubicados sin por ello perder la nobleza de mirar qué somos.
La no-dualidad es compatible con la devoción, como expresión de amor y de relación, así como es perfectamente compatible con la dualidad, las diferencias y dimensiones, lo que se verifica cuando la comprensión brilla. La manifestación es el despliegue de lo absoluto, y la irrealidad, Maya, está implícita en las ideas confusas. Si el mundo se toma como conciencia, es siempre real. La mente o racionalidad, el cuerpo o sensibilidad, la emoción o sentimiento, no pueden captar la realidad no dual, por tanto hay que regresar al dominio del Si Mismo que contiene estas percepciones y las testifica, para trascenderlas y entonarse en lo infinito. El Ser es la verdadera realidad de nuestra existencia: en el Ser vivimos, en el Ser nos movemos, en el Ser mora nuestro sí mismo.

2 comentarios:

  1. no comprendo comprendiendo, lo de ENTONARSE EN EL INFINITO,acaso uno t8iene tiempo para...

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  2. Tiempo, espacio son consecuencias de la mente, cuando la mente se entona es como decir que la comprensión se entona y es como decir que la mente vuelve a su fuente, su origen, que es la conciencia infinita... nunca salió de allí, pero al proyectarse como pensamientos, dualidad, yo, esto y lo otro, la atención queda apegada en esas proyecciones y es "como" si se perdiera contacto con el origen. Por tanto, entonarse con lo infinito es ser lo que eres.

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