miércoles, 11 de junio de 2014

SIN PENSAMIENTO

Hay diversas formas de entender el silencio, generalmente concebido como ausencia de ruido o ausencia de habla. El silencio que nos ocupa es el estado que se encuentra más allá del verbalizar y del pensar, donde no aparece ni siquiera el pensamiento yo. Ese estado es conocido como el sí mismo... El silencio cobra sentido cuando se aprecia, libre de todo juicio y dualidad, libre del yo y pleno de si mismo. Silencio es liberación del ego, desapego del pensamiento y las circunstancias, vibrante de si mismo. R.Malak




14.14 ML: ¿Se pueden detectar los momentos en que uno no tiene pensamientos?, ¿es eso posible?

R.Malak: Esos momentos se reconocen como el silencio, el mismo silencio sagrado se encuentra en la naturaleza tanto en extensos valles o planicies como en profundas simas o cavidades. Reconocerse en el silencio no admite diferenciaciones. Se puede comenzar reconociendo el espacio entre dos pensamientos sin tiempo, en que notamos que hay breves periodos en los que uno es consciente sin pensamiento, esos instantes suceden naturalmente, en forma espontánea.

Puedes estar de pronto tan de lleno en cualquier actividad, estando en pura presenciación, en pleno presente activo, que el ruido del diálogo mental desaparece y es reemplazado por la observación sin juicio. Es posible que ocurra al estar mirando al cielo o escuchando a alguien sin que aparezcan comentarios internos.

Generalmente esta observación pasa inadvertida, ignorando la importancia que tiene, ya que la mayoría está sumida en los procesos racionales y en las cosas en las que nos resulta más importante pensar. Pensar se asoma  como la manera de enfrentar el mundo, a lo cotidiano, a las cosas; pensar es una postura de fragmentación. Se recogen notas de nuestra experiencia actual y de nuestras experiencias pasadas, ideas, imágenes y sentimientos, quedando atrapados en la conciencia centralizada, en la malla de pensamientos. Se comprende esto cuando se descubre cómo comienza el funcionamiento del ego, su mecanicidad y las estrategias que usamos para mantenerlo en funcionamiento, cuando quedan en evidencia la angustia, las incoherencias, todas las ideas destructivas provocadas por los deseos egoístas que provocan miedo y sufrimiento.

Al quedar en evidencia en el silencio, las percepciones se vuelven trasparentes, el si mismo se muestra, ya que no está estorbando el ego que cubría como un velo todo tipo de vivencias. Sin embargo este puede aparecer para adueñarse del proceso, por eso se requiere en esos instantes permanecer inmóvil con la certeza de que todo conocimiento que aparezca es impermanente y transitorio. Como producto de esta proposición, el sistema nervioso responde con relajo y calma, las tensiones desaparecen, tanto internas como externas, hay mayor tonicidad en los músculos y órganos y una sensación de que todo en la vida está bien y en paz.


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